En la actualidad, elegir entre una instalación eléctrica monofásica o trifásica movió el eje del asunto a la optimización del suministro energético. Decidirse por uno y otra depende de diversos factores que pueden ir desde el consumo eléctrico hasta la necesidad de equipos de alto rendimiento. ¿Cómo elegimos qué tipo de instalación es conveniente para nuestros proyectos?
Diferencias
Las instalaciones monofásicas son las más comunes en viviendas particulares y edificios de departamentos. Es un sistema que utiliza sólo una fase y una única corriente alterna, con tensiones normalizadas que van desde los 220 a 230 voltios.
Las trifásicas son más comunes en edicios y locales comerciales. Se conforman de tres fases que dividen la potencia de la instalación. La tensión normalizada puede estar entre los 380 y los 400 voltios.
Instalación Monofásica: Eficiencia y Economía
La instalación eléctrica monofásica se caracteriza por su simplicidad y eficiencia en hogares con un consumo eléctrico moderado. Electrodomésticos más comunes como luces, heladeras y televisores se alimentan adecuadamente con este tipo de conexión. La inversión inicial y los costos operativos suelen ser más bajos que en las instalaciones trifásicas, y es por esto que resulta atractivo para la mayoría de los hogares residenciales.
Instalación Trifásica: Potencia y Estabilidad
Cuando hablamos de espacios con necesidades energéticas más intensivas, la instalación trifásica es la mejor opción. Equipos de alto rendimiento como sistemas de climatización central, calentadores eléctricos de gran tamaño y maquinaria de pequeña escala necesiriamente deben encuadrarse en esta configuración.
Consideraciones clave para la elección:
- Naturaleza de los Equipos: la elección sobre una o la otra debe basarse en los equipos presentes en la instalación. Equipos industriales de pequeña escala, sistemas de calefacción y refrigeración de gran tamaño son indicativos de la necesidad de una instalación trifásica.
- Costos: las monofásicas suelen ser instalaciones más accesibles tanto en términos de instalación como de operación. Las trifásicas implican una inversión inicial más alta y costos de mantenimiento potencialmente mayores.
- Potencia: en relación a la potencia, la instalación trifásica es tu mejor opción, ya que permite la conexión de más aparatos eléctricos y por eso es la más recomendable para locales comerciales y grandes establecimientos.
En última instancia, la elección entre una instalación eléctrica monofásica y trifásica dependerá de las demandas energéticas específicas de cada lugar. Si necesitamos una potencia contratada menor a 13,86 kW, la mejor opción es una monofásica. Si necesitamos más de 13,86 kW, es conveniente una instalación trifásica (siempre chequeando que los electrodomésticos y maquinarias sean aptos).
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